El argumento de la simulación

¿Vivimos en una simulación?

De la física cuántica al videojuego cósmico

En el vasto universo de la física cuántica, donde las partículas pueden estar en varios lugares a la vez y donde la realidad parece desobedecer el sentido común, surge una pregunta que no deja dormir a científicos, filósofos y curiosos: ¿Nuestro universo es real… o es una simulación?

Lo que en principio suena a ciencia ficción —al estilo Matrix o The Truman Show— ha terminado colándose en debates serios de física teórica, filosofía de la mente e incluso en conferencias de tecnología. Y aunque muchos lo descartan como una especulación, lo cierto es que el tema no deja de ganar fuerza.

Consenso científico estimado

Para situar el debate, a continuación, se muestra una estimación del apoyo entre científicos, filósofos y tecnólogos a la hipótesis de la simulación. La distribución refleja el consenso estimado entre diferentes disciplinas.

≈65-70%

Mayoría escéptica: considera que no vivimos en una simulación.

≈25-30%

Minoría abierta: no descarta la idea y la ve como una hipótesis plausible.

≈5-10%

Creyentes firmes: apoyan la hipótesis con argumentos probabilísticos.

Fuente: estimaciones basadas en declaraciones públicas de científicos y filósofos destacados (Bostrom, Musk, Tyson, Chalmers, etc.).

La semilla cuántica del misterio

La física cuántica es el laboratorio perfecto para estas preguntas. Aquí nada es fijo ni estable. Una partícula puede estar en múltiples estados al mismo tiempo, como si jugara a esconderse hasta que la miramos.

La función de onda describe todas las posibilidades que existen para una partícula. Cuando alguien mide u observa, la nube de posibilidades se derrumba (colapso) y se muestra un único resultado.

Tres formas de entender la realidad

  • Interpretación de Copenhague: propuesta por Bohr y Heisenberg, dice que la función de onda colapsa solo al medir. Es práctica, pero no explica el “cómo”.
  • Teoría de los muchos mundos: formulada por Hugh Everett, niega el colapso. En cada medición, el universo se divide en ramas paralelas.
  • Teoría de von Neumann-Wigner: la conciencia es el factor clave. El colapso ocurre cuando un observador consciente mira el sistema.

El experimento que lo cambió todo

El experimento de la doble rendija

El mensaje es inquietante: la realidad cambia según se la mire. ¿Es posible que esta flexibilidad sea una pista de que no es “real”, sino calculada? ¿Estamos viendo huellas del “código fuente” de un universo simulado?

El argumento de la simulación

En 2003, el filósofo Nick Bostrom lanzó una idea que sacudió a la filosofía y a la ciencia: quizá no estemos en la “realidad real”, sino dentro de una simulación creada por una civilización avanzada.

  1. Es posible crear simulaciones perfectas: con el avance tecnológico, una civilización avanzada podría recrear un universo.
  2. Si es posible, alguien lo hará: así como nosotros construimos simulaciones, otra civilización podría simular realidades.
  3. Si hay muchas simulaciones, probablemente estemos en una: estadísticamente, es más probable vivir en una simulación que en el único universo “real”.

Elon Musk ha dicho que las probabilidades de que vivamos en la “realidad base” son de “una en miles de millones”.

Del pensamiento a la práctica: los motores de simulación

Hoy, motores gráficos como Unreal Engine 5 generan mundos casi indistinguibles de la realidad. La unión de estos motores con IA generativa (MidJourney, Sora, etc.) difumina aún más la frontera entre lo simulado y lo real. Si nosotros ya podemos crear mundos digitales, ¿qué podría lograr una civilización con milenios de ventaja?

La realidad como ilusión

La intuición de que “la realidad no es lo que parece” es muy antigua. Las tradiciones filosóficas y espirituales ya hablaban de un mundo ilusorio.

  • Filosofía india (Maya): lo que percibimos es un velo que oculta la verdadera realidad espiritual.
  • Budismo (Samsara): vivimos atrapados en un espejismo, un ciclo de nacimientos y muertes.
  • Platón (la caverna): confundimos las sombras proyectadas con la realidad.

Lo que hoy llamamos “hipótesis de la simulación” es una nueva forma de una sospecha muy antigua: ¿vivimos dentro de una ilusión?

Tiempo, entropía e información

La termodinámica y la teoría de la información suenan más a ingeniería de software que a cosmos. La segunda ley de la termodinámica dice que el desorden (entropía) siempre aumenta. Sin embargo, el físico Melvin Vopson propuso la segunda ley de la infodinámica: la entropía de la información tiende a disminuir.

Es como si el universo “comprimiera sus datos” para ahorrar recursos, igual que una computadora. Quizás lo que vemos como universo físico es, en esencia, un sistema de procesamiento de información.

La mecánica cuántica como reloj interno

Si las leyes cuánticas escondieran el “reloj interno” del universo, tendríamos pistas fascinantes:

  • Entrelazamiento: dos partículas unidas responden instantáneamente sin importar la distancia, como variables correlacionadas en la memoria de un ordenador.
  • Principio de incertidumbre: no se puede medir todo a la vez, como si una CPU tuviera límites de renderizado.
  • Límites de hardware: la velocidad de la luz podría ser una “marca de hardware”, la frecuencia máxima de procesamiento de la simulación.

El renderizado selectivo de la realidad

Como en un videojuego, la realidad parece “cargar” texturas y modelos solo cuando miramos, para ahorrar recursos. El resto permanece en estado potencial. El universo podría ser “perezoso”, optimizado para la eficiencia de cálculo.

¿Un universo que calcula, aprende y evoluciona?

¿Y si el universo no solo se comporta como un programa, sino que es un ordenador que aprende?

  • Seth Lloyd: el universo como una computadora cuántica.
  • Vitaly Vanchurin: el universo como una red neuronal que aprende.
  • Hawking y Hertog: las leyes de la física evolucionaron junto con el universo.

El resultado es una imagen radical: un sistema dinámico que podría estar “aprendiendo” como una IA. Si es así, ¿qué está intentando aprender?

Conciencia, dolor y el argumento final

Si la realidad necesita observadores, la conciencia es esencial. Pero, ¿por qué existe el dolor? Quizás el sufrimiento es un “feedback” del sistema, un mecanismo para que los jugadores (nosotros) aprendamos y evolucionemos. La simulación no sería una cárcel, sino un gimnasio.

Quizás lo importante no sea escapar de la simulación, sino aprender a jugarla con sabiduría.

La pregunta ya no es solo si vivimos en una simulación, sino: ¿cómo la habitamos? ¿Qué hacemos con el tiempo y la información que se nos da? Porque, sea o no una simulación, la experiencia de existir sigue siendo real para nosotros. Y eso es lo que convierte a este misterio en algo profundamente humano.

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